Algo así como un agujero negro se instala en el fondo del bar. Entra y entra gente, apenas sale nadie y aún así cabemos más y más. Seguro que hay un agujero negro, ¿qué podría ser si no? 15 minutos de teorías extrañas.
Y otra vez esos ojos verdes. Se encienden todas las luces y nos echan del bar. Fuera una pelea que no dura ni cinco minutos. ¿Recordáis aquellas peleas, en egb o en primaria, cuando todos coreaban "Pe le a! Pe le a!"? Los humanos estamos locos. Y caminas a otro lugar porque la fiesta no puede terminar tan pronto. Aparecen unos disfraces de sevillanas con claveles en el pelo, rojos y blancos, con un vestido a lunares. Con las cejas pintadas y los labios rojizos. Y bailar y bailar.. esta canción me encanta. Hipnotizante momento de alegría en morado. ¿Cómo íbamos a quedarnos en casa y perdernos todos estos momentos? Vuelas y tus problemas quedan en el suelo haciéndose cada vez más diminutos, hasta que ya no los puedes divisar. Los olvidas, porque esas cosas insignificantes que a veces te tocan los cojones (u ovarios) no merecen gastar tu tiempo en preocupaciones. Te digo que no. Todo se arregla, de una manera o de otra. Vas a vivir dos días, si te paras a preocuparte ya pierdes la mitad. Decidirás una cosa u otra. Y ya está. Si te equivocas seguramente podrás volver atrás o tal vez tomar otro camino. Todo tiene solución. Hoy la noche es una lacaya, dispuesta a darte lo que estés dispuesto a alcanzar. En la gloria dormimos recordando cada instante, cada fragmento y por supuesto cada color.